
En enero, el sector financiero estaba embarcado en una carrera por abaratar sus hipotecas a tipo fijo que incluso llevó a los supervisores a alertar de la baja rentabilidad de estos créditos.
Ahora, las entidades ofrecen ese tipo de préstamos un 50% más caros que en el pasado diciembre, rondando el 4% de interés. Este cambio de política comercial es comprensible ya que con el incremento del precio del dinero en la eurozona y el avance del euríbor, las hipotecas variables son ahora para las entidades mucho más rentables que su equivalentes a tipo fijo. Sin embargo, pese al cambio de tendencia cinco bancos (BBVA, ING, Ibercaja, Openbank y Evo Banco) aún comercializan los préstamos variables más caros. La principal causa de ello está en las comisiones y en la agresiva carrera que las entidades han iniciado por el negocio vinculado (ligar a un cliente a la mayor cantidad posible de productos), lo que las lleva a obligar al prestarario a contratar varios seguros para conseguir la hipoteca. Esta estrategia hace que algunos bancos vendan préstamos variables con un TAE del 5%, que supera ampliamente el interés que solicitan para los de tipo fijo. Esta brecha deja patente la oportunidad que se le presenta al usuario en estos momentos para contratar una hipoteca a tipo fijo, con la que logrará certidumbre en sus pagos. A ello contribuye también el acuerdo al que ha llegado el Gobierno con el sector que, entre otras medidas, facilita el traspaso de los créditos inmobiliarios de tipo variable a fijo.
Algunos bancos siguen ofreciendo préstamos a tipo fijo más baratos que los variables al sumar comisiones y seguros
Con todo, el cliente debe tener claro que la continuidad en las subidas del precio del dinero seguirá haciendo más atractivas las hipotecas a tipo variable para las entidades, por lo que lo previsible es que siguen restando atractivo a su oferta de préstamos a tipo fijo.