Opinión

Un Black Friday condicionado por agentes externos

El comercio electrónico es un modelo de negocio que se ha beneficiado enormemente con la llegada de Internet gracias, sobre todo, a la comodidad de poder adquirir todo aquello que deseamos sin movernos de nuestra casa. Además, la globalización y la pandemia de la Covid19, lo ha consolidado como una de las principales actividades económicas habiéndose cuadruplicado su volumen con respecto a ejercicios anteriores. En definitiva, es un tipo de negocio que aporta valor tanto a las marcas como a los consumidores.

España ha sido el lugar que mejor ha sabido capitalizar el auge del comercio electrónico ya que en nuestro país sus ventas aumentaron un 41%, según los analistas de Google. Este nuevo paradigma comercial ha llegado para quedarse ya que ha sido el único salvavidas para muchas empresas para paliar las consecuencias de la crisis producida por la pandemia.

Este aumento de pedidos ha hecho que las compañías logísticas tengan que adaptarse a esta nueva realidad y adaptar sus recursos para cumplir con las demandas de sus clientes y consumidores. Por ello, la inversión en I+D+i es fundamental para conocer, de primera mano, nuevas tecnologías y funcionalidades que sean útiles en todas las fases de la cadena de suministro.

La planificación de la demanda y la gestión de stocks son elementos estratégicos para optimizar el buen funcionamiento de la cadena de suministro y evitar problemas añadidos en los periodos de mayor actividad comercial como son las Navidades o el Black Friday.

El desarrollo, la innovación y la inclusión de nuevas tecnologías para realizar las operaciones logísticas son de suma importancia para gestionar el stock de manera eficiente y garantizar el correcto funcionamiento de las operaciones en los centros logísticos para que los pedidos de los clientes puedan llegar a su destino en el menor tiempo posible.

Sin embargo, la situación macroeconómica actual causada por la guerra de Ucrania, la escasez de materiales, la subida generalizada de los combustibles y la inflación hace que, en esta campaña de Navidad y Black Friday, los consumidores se lo piensen más a la hora de comprar productos.

Según Francisco Aranda, presidente de UNO Logística, se espera una bajada del 5.3% en el volumen de pedidos que las empresas del sector recibirán en estos últimos meses del año que coinciden con el periodo de mayor actividad comercial. En concreto, desde la patronal del sector esperan que se gestionen unos 100 millones de envíos frente a los 106 millones que se procesaron el año pasado.

Además, el aumento de los costes en las empresas hará que esta campaña, muy esperada entre los usuarios debido a las ofertas que las compañías presentan a sus consumidores, no sea como las anteriores debido a que los descuentos serán más selectivos.

Esto no significa que el Black Friday no vaya a funcionar. Habrá sencillamente menos actividad y los descuentos serán más selectivos, sin embargo, debido a la inflación y a que los hogares tienen menos posibilidad de gastar, las compras de Navidad probablemente se adelantarán al Black Friday.

En relación con la contratación de personal, según los cálculos de Randstad, se espera que en esta campaña se generen casi 34.000 empleos, un 17.3% menos que en 2021, aunque es el sector de la logística el que más profesionales incorporará a sus plantillas para gestionar el aumento de pedidos que, aunque menor que en otras campañas, será en todo caso de una cuantía importante.

De todas maneras, pese a que en esta campaña se espera registrar un menor volumen que en las anteriores, la preparación que las empresas logísticas tenemos que hacer ante estos días de mayor actividad comercial tiene que ser de acuerdo a lo que nuestros consumidores esperan de nosotros. Por ello, la tecnología nos tiene que servir de aliada para implementar una serie de innovaciones que permitan agilizar todos los procesos, reducir el esfuerzo que dedican los operarios a cada tarea y hacer en definitiva un mejor uso del tiempo invertido.

Sin duda, los patrones de consumo están cambiando y los picos de actividad derivados del comercio electrónico serán cada vez más frecuentes. Esto requerirá una apuesta clara por la innovación y la tecnología para automatizar procesos y dar respuesta a las nuevas necesidades que demandan nuestros clientes.

La campaña navideña se adelanta cada vez más. En un año con grandes dificultades en la cadena de suministro y protagonizado por una escasez generalizada de materiales y una escalada de costes, la preparación y la anticipación se torna en fundamental para hacer frente a este periodo de incremento de la actividad comercial.

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