
La normalización monetaria ha generado el peor año de la historia para la deuda. Pero abre una ventana de oportunidad para entrar en renta fija y obtener rentabilidades del 4%.
Con todo, la deuda es un mercado gigantesco, más grande que la bolsa, lo que obliga a elegir con acierto. De entre todas las categorías, los bonos soberanos, ofrecen más seguridad aunque menores retornos. Mucho más arriesgada es la deuda sin grado de inversión o high yield con un 10% de rentabilidad. A mitad de camino está el mercado de bonos corporativas que es el aconsejado por los analistas y que otorga ganancias de casi el 6%. Pero también una mayor garantía debido a que las perspectivas de beneficios de las empresas siguen resistiendo a pesar de la crisis.