
El Gobierno vasco y Bain Capital alcanzan un acuerdo que supone la incorporación del Ejecutivo regional en ITP Aero, con un 6%.
Este movimiento, sumado a la entrada de Sapa y a la reducción de la participación (del 10% al 5%) de JB Capital en julio, allana el camino para que Indra entre en el fabricante de motores. Con ello se garantizaría una presencia sustancial de inversores españoles en el capital, que ha sido siempre el objetivo del Gobierno. Sin duda es positivo contar con firmas industriales y accionistas con compromiso de permanencia a largo plazo en la compañía. Ahora bien, lo fundamental no debe ser devolver la españolidad a ITP, sino garantizar una hoja de ruta para impulsar su futuro crecimiento. Solo así se evitará repetir el error de Alcoa.