Opinión

"Y si al pagar en cualquier comercio, también se pudiera retirar dinero..."

Foto: Dreamstime.

María Luisa Jiménez, Comunication Manager Topii

Pues se le solucionaría un problema a mi padre, para él importante. Y a mi madre, y a tantos mayores, y a muchos no tan mayores, que, sin tener un problema, tenemos que dar más vueltas de lo que solíamos, perder tiempo, y también, como dicen nuestros mayores, correr más riesgos que en su sucursal de toda la vida. Todo esto por no mencionar las zonas rurales que llevan tiempo viendo desaparecer sus bancos, cajeros y hasta el autobús que les visitaba una vez por semana.

Me refiero a la "España vaciada". Esta población se queda sin acceso al efectivo. El 78% de las oficinas y cajeros se concentra en municipios o ciudades de más de 10.000 habitantes. No hay sucursales bancarias ni cajeros en muchos pueblos de menos de ese número de habitantes.

Un estudio encargado por las patronales bancarias AEB, CECA y UNACC, y realizado por el Instituto Valenciano de Investigación Económica (Ivie) reconoce que el 1,4% de la población española tiene que recorrer 7,6 kilómetros de media, lo que supone 9,7 minutos en coche, para poder acceder a servicios bancarios básicos. Esta situación afectaba a 657.557 personas en 2021.

Igualmente a finales de 2021 el número de municipios sin ningún tipo de acceso presencial a los servicios bancarios ascendía a 3.389 (un 41,7% del total de municipios) de los que 3.364 eran municipios rurales, y 25, urbanos.

Y esto tiene mala solución dentro de la banca. La banca de hoy es menos rentable que la de hace años, y su prioridad es ganar eficiencia (es decir, cerrar oficinas) y digitalizar la relación con sus clientes. No obstante, no hace mucho los bancos españoles firmaron un protocolo para la promoción de la inclusión financiera de las personas mayores. Entre sus medidas, los bancos ofrecerán servicios de caja ampliados, dedicarán personal capacitado para relacionarse con las personas mayores, y harán que los cajeros automáticos y las aplicaciones digitales sean más fáciles de usar. También se han firmado protocolos de colaboración, como con Correos, para intentar cubrir las poblaciones sin cobertura. Todo esto, siendo positivo, no es suficiente.

A pie de calle esto también es una preocupación, y el que más y el que menos opina. Sin ir más lejos, mi dentista, supongo que también con intención de que no mirara esa aguja que me iba a clavar en unos segundos, me decía: "¿Por qué con lo que avanza la tecnología no se podría retirar dinero al pagar con el móvil en el supermercado?". Le respondí como pude: "Ya… O en el estanco, o en las gasolineras o...", "Tampoco te pases" me respondió. "Pero si no me paso" le dije, "cuando termines conmigo, si te portas bien, te explico".

Bien, bien, no se portó… pero, por si la próxima vez se acordaba, le dije, no sin cierta cautela: "Iván, has dado en el clavo. Pero esta vez te estás quedando corto. Y es que ya se puede pagar y sacar dinero en comercios, gasolineras, estancos..., con una sencilla aplicación de móvil. Y no sólo eso. Esa misma aplicación te puede dar acceso a descuentos y promociones, puedes compartirlos con amigos o familia, y muchas cosas más".

Casi todos tenemos un estanco, supermercado, gasolinera o vendedor de lotería cerca, y en todos estos sitios se puede, a la vez que pagas las compras, retirar dinero efectivo. Ahora sólo es cuestión de facilitar que la red se vaya haciendo más y más extensa. Y todo tan fácil e intuitivo como para que yo ya no tenga que preocuparme de sacar el dinero para mis padres, y, además, que ellos se sientan más seguros. La propia Comisión Nacional de Mercados y la Competencia, en su informe E/CNMC/003/21 apuesta decididamente por que la solución a la España vaciada vaya de la mano del comercio existente. Entre otras recomendaciones, señala la necesidad de adoptar un marco legal que impulse fórmulas como el cashback y el cash-in-shop, muy extendidas en países de nuestro entorno, que permiten retirar efectivo en comercios locales.

Apoyarse en la red de comercio existente para hacer Cash Back y Cash in Store es la solución más sencilla y eficiente. Porque el comercio cubre la gran mayoría de las poblaciones. Porque no necesita inversiones adicionales, que ya se sabe que van a ser deficitarias, y que acabarán pagando los de siempre: los clientes. Y porque no depende de los bancos, de sus precios y de sus redes de oficinas y clientes. Es momento de que desde las instituciones se empuje decididamente por facilitar la extensión de un modelo sencillo, eficiente y ya probado y funcionando en los países de nuestro entorno.

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