
Las bajas de afiliación por despidos y por no superar el periodo de prueba se disparan ocho meses después de la reforma laboral. En un mercado de trabajo marcado por la estacionalidad del empleo, muchas empresas se ven obligadas a ajustar plantilla ante la incertidumbre económica, y hacerlo además de la manera más traumática para los trabajadores.
De nada han servido las medidas puestas en marcha por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que en más de una ocasión ha llegado a jactarse de haber "prohibido despedir". Las cifras, que recuerdan a las registradas cuando se aprobó la regulación laboral del PP, demuestran que de las palabras más grandilocuentes a los resultados hay un largo trecho que suele desembocar en fracaso.