
Hace apenas medio año, el sector financiero español estaba sumido en una carrera por abaratar sus hipotecas a tipo fijo que incluso obligó al Banco de España a tomar cartas para evitar que se asumieran excesivos riesgos. Ahora, las entidades ofrecen ese tipo de préstamos un 50% más caros que en el pasado enero.
Es comprensible que los bancos hayan cambiado de estrategia tan rápido. Con el incremento del precio del dinero en la eurozona y el avance del euribor, las hipotecas variables son ahora para ellos mucho más rentables que su equivalentes a tipo fijo y desincentivan la contratación de estas últimas. Es una política comercial legítima y plenamente coherente con viraje de 180 grados que las condiciones de financiación han dado en la Unión Monetaria.