
La semana comenzó con nuevos síntomas de debilidad del euro, cuyo tipo de cambio llegó a perder la paridad con respecto al dólar, al cotizar a 0,99 billetes verdes.
A primera vista resulta anómalo el modo en que el mercado da la espalda a la divisa europea, considerando que ya se descuenta una nueva alza de tipos del 0,5% del BCE. No obstante, la anomalía se explica considerando que la Reserva Federal de EEUU lleva mucho más camino recorrido en ese endurecimiento de sus políticas, y posiblemente suba las tasas otro 0,75 en septiembre. Pero, sobre todo, sobre la Unión Monetaria sobrevuela la expectativa de una recesión inminente , provocada por los futuros recortes de gas ruso, que provocará que los inversores sigan buscando refugio en el dólar en detrimento del euro.