
El pasado julio el BCE sorprendió al decidir que su primera alza de tipos en once años fuera inusualmente cuantiosa (medio punto).
Es muy posible que otro incremento del 0,5% se produzca en su reunión del mes próximo. Lo deja entrever Isabel Schnabel, integrante de su Consejo de Gobierno y se trata de unas declaraciones que, ahora más que nunca, deben tomarse en serio. Es indudable que Fráncfort va con retraso, con respecto a la Reserva Federal, a la hora de endurecer su política monetaria. Y, mientras la inflación ya empieza a remitir en EEUU, en la eurozona batió otro máximo histórico en julio, cuando su tasa interanual se situó en el 9,8%. Todo apunta a que el BCE tendrá que seguir actuando con contundencia en lo que queda de año.