Hacienda celebra que el porcentaje de deuda pública sobre el PIB se situó, el pasado junio, por debajo del 117% por primera vez en dos años.
Es indudable que factores como el crecimiento económico, y también la alta inflación, reducen el pasivo en términos estadísticos, pero eso no equivale a una mejoría real. Al contrario, la realidad actual se resume en que la deuda de las Administraciones sigue subiendo, en cifras absolutas, hasta acumular otro récord histórico de 1,47 billones, y quedará enquistada en ese entorno durante años, según los cálculos del FMI. Se plantea así una muy comprometida situación para España, ahora que los tipos de interés han comenzado a subir en la eurozona y las condiciones de financiación, inevitablemente, se endurecerán.
