Las dificultades que RTVE afronta para competir, en términos de audiencia, con los grupos Atresmedia y Mediaset, llevan a la Dirección del ente público a focalizarse en la retransmisión de acontecimientos deportivos.
La experiencia demuestra que estos contenidos atraen a los espectadores, ya que la emisión de los Juegos Olímpicos brindó a RTVE en 2021 su mejor verano de los últimos tres años.
Ahora bien, los derechos de retransmisión de las competiciones se encarecen como ya dan fe sus presupuestos, al dedicar a este fin más de 100 millones cuando en 2017 esa partida se quedaba en 25 millones.
RTVE opta así por una estrategia muy costosa en un momento financieramente difícil para ella, cuando su deuda va camino de los 600 millones.
