Santander se ha quedado fuera de la puja del mexicano Banamex tras rechazar Citigroup su oferta. Es obvio que detrás de ello está el Gobierno de López Obrador (AMLO) que desde que se inició la operación lanzó una campaña contra las empresas españolas en el país con el único objetivo de atajar el interés de la entidad presidida por Ana Botín en la filial de Citi.
Esta demonización de las inversiones nacionales contó incluso con el respaldo de algunos empresarios mexicanos, confirmando un ejercicio de proteccionismo impropio de un país que aspira a competir en la economía global del siglo XXI. Sin duda, el coste que este injusto ataque a nuestras empresas acarreará para el empleo, la riqueza y el progreso del propio México será incalculable.
