Opinión

Necesaria ley de la cadena alimentaria

La escalada de los precios en Europa afecta con fuerza a los presupuestos familiares, ya que parte de los incrementos se da en productos de primera necesidad vital.

Es el caso de la cesta básica de alimentos que, según Eurostat, alcanza una inflación del 13,5%. Los hogares españoles están lejos de escapar de esta problemática. Muy al contrario, las dificultades en nuestro país son aún mayores debido a que el encarecimiento en estos productos supera en más de cuatro puntos (17,6% frente a 13,5%) la media comunitaria. Por ello, el ticket medio de comprar bienes vitales como pan y cereales, carne, pescado, leche, huevos, aceite, queso, frutas y verduras es ahora 640 euros más elevado que hace un año. La diferencia entre el alza de costes en la alimentación en España frente a nuestros vecinos europeos supone una mala noticia para el consumo, que ya dio claros síntomas de debilidad en los primeros meses del año. Pero, además, refleja un problema propio del sector alimentario nacional, que explica el mayor incrementos en los productos cuando el problema de la inflación es similar en toda Europa. La causa de ello está en el injustificable reparto de márgenes que existe, que tiene como grandes beneficiarios a los intermediarios al tiempo que perjudica al campo y a los consumidores.

España sufre un encarecimiento de cuatro puntos superior a la media europea en la cesta básica de alimentos

Es preciso, por tanto, que el Ministerio de Agricultura ponga en marcha de una vez por todas el reglamento incluido en la ley de la cadena alimentaria para evitar estos desequilibrios. Solo vigilando el proceso completo de producción de los alimentos se evitará ahogar a los productores y se eliminarán las diferencias en los precios de España frente a Europa, que castigan los maltrechos presupuestos familiares.

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