
El hecho de que el euro ya roce la paridad con el dólar por la guerra en Ucrania y los diferentes ritmos de actuación de los bancos centrales frente a la inflación, preocupa a los inversores.
Tanto es así que muchos piensan ahora más que en los últimos tres años en proteger sus activos denominados en dólares (deuda, materias primas, etc.). Esta mayor demanda ha hecho que se triplique el coste de las coberturas desde el inicio del año hasta el 2,5%, el nivel más elevado desde 2019. Este incremento indica que se espera que la debilidad del euro persista en los próximos meses, especialmente por el menor vigor que la economía de la eurozona muestra frente a la estadounidense. Por ello, el inversor debe ser consciente de que el coste de las coberturas seguirá al alza.