
España registra la menor proporción de vacantes de empleo de Europa, apenas un 0,7%, frente a una media del 3,1%.
Pese a que es un porcentaje ínfimo en un país cuya tasa de desempleo llega al 13,6%, la mayor de la UE, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, convocó una reunión con la patronal y sindicatos para tratarlo, alentando de paso un debate completamente artificial sobre si el fenómeno de la Gran Dimisión que se produce en Estados Unidos ha contagiado a España. El oportunismo de esta cita quedó claro cuando el Ejecutivo aprovechó para lanzar un mensaje descaradamente populista diciendo que las empresas que no encuentran empleo deben pagar más. El equipo de Díaz, inmerso en relanzar su marca política, no solo plagiaba unas declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sino que falsificaba la realidad. Y es que un tercio de las vacantes se corresponden al sector público, una cifra que supera con mucho las de la hostelería o el turismo. Por no mencionar que España mantiene una de las cuñas fiscales más elevadas de la OCDE que resta el 39,2% del salario bruto de los trabajadores.
El Gobierno se olvida de su propio pacto de rentas y se entrega a un populismo que disparará la espiral inflacionista
Esta falacia lanzada por el Ministerio resulta además especialmente grave en mitad de una compleja negociación para renovar muchos convenios sectoriales, tras el sonoro fracaso del pacto de rentas promovido por el presidente Pedro Sánchez. Una propuesta que parece haber quedado definitivamente en el cajón del olvido ante la proximidad de las elecciones andaluzas. De esta forma, el Gobierno, arrastrado por Yolanda Díaz, se abandona a una irresponsable demagogia salarial que agravará la espiral inflacionista que, precisamente, amenaza el poder adquisitivo y el empleo de los ciudadanos.