
Cuando pensamos en crecer empresarialmente damos prioridad a las políticas económicas, financieras y comerciales, sin caer en la cuenta de la importancia de las personas para que una empresa crezca. Poner el foco en la política de Recursos Humanos es un elemento diferencial para saber crecer. Principalmente, si para crecer es necesario tener capacidad de compromiso y cultura de crecimiento, que, es más importante que tener talento y condiciones financieras. Todos son factores que inciden, pero es más frecuente comprar el talento y crear ecosistemas económicos sostenibles, que invertir en tener personas con compromiso (con valor) y personas con una cultura cimentada en tener valores que posibiliten el crecimiento (con valores).
La gestión de personas para empresas que tienen que crecer es tan importante, que su ausencia genera la mala utilización de las de capacidades y del dinero, por carecer de la fuerza y el convencimiento que hay que tener para crecer. Este es el inicio de una explicación racional de la fuerza del crecer empresarial al plantearse el ¿para qué? y el ¿por qué? hay que crecer. No se trata de crecer porque si, sino de saber que si no creces, decreces, o si no creces, no vas a tener las capacidades más competitivas en el mercado. Estar en posición de crecer es hacer más atractiva tu propuesta de valor y poder generar un bucle virtuoso donde el talento tenga terreno para expresarse adecuadamente. Ahora, la psicología científica del trabajo ha demostrado que el talento rentable es el talento comprometido, y que todo compromiso necesita de unos valores culturales potentes, claros y movilizadores.
Saber crecer empieza respondiéndose estas preguntas del porqué y el para qué, pero necesita de una gestión inteligente de personas, que se determina en cinco prácticas básicas:
1) Saber seleccionar talento con energía y ganas de comprometerse. No hay que buscar los mejores, sino aquellos que quieren ser los mejores en tu empresa. No te centres mucho en lo que no fue, sino en lo que quieres ser como persona en tu empresa. La psicología aplicada a los procesos de selección es más importante que la experiencia anterior. Saber evaluar se debe centrar en la capacidad de aprendizaje, el saber cambiar y el nivel de felicidad que desprende su vida profesional. Seleccionar personas felices en su compromiso empresarial y con fuerza para hacer crecer la compañía.
2) Saber gestionar o liderar como dicen Tal Ben-Shahar y Angus Ridgway, utilizando el acrónimo SHARP (Strenghts, Health, Absorption, Relationships y Purpose). Y, por tanto, debemos ser líderes que sacan lo mejor de los demás, sabiendo centrarse en sus fortalezas, sabiendo descansar, estar concentrado, cultivando relaciones y teniendo un fuerte propósito de hacer crecer la compañía. El crecimiento empresarial empieza por un liderazgo que canalice las energías en querer crecer.
3) Saber crear un clima de superación permanente centrándose en el futuro y no solo en los resultados del presente. Una visión cortoplacista de control de gastos impide invertir en la ilusión del futuro. Ahora bien, tener glorioso futuro comienza con la austeridad del presente. No se puede crecer sin la contención de los refuerzos inmediatos (gastos superfluos) y dar valor a los refuerzos mediatos (formación y desarrollo de personas)
4) Saber invertir en formación. Si tenemos que cambiar constantemente hay que estar aprendiendo habitualmente. Pero lo importante no es saber, sino saber hacer, así que todo aprendizaje deber tener incidencias concretas en el día a día. No se puede aprender sin hacer y no se puede hacer algo nuevo sin aprender.
5) Saber construir un marco de referencia cultural atractivo para el futuro. Nadie puede crecer sin valores. Aunque se tenga mucho valor personal y profesional (talento y compromiso), se necesita que se enmarque en una constelación de valores comunes en la organización. Saber crecer es ubicar tus acciones en la lógica de unos valores con significado grupal.
Estas cinco prácticas de gestión de personas son tan fundamentales como unas condiciones económicas y unos medios que faciliten el crecimiento. Saber crecer no solo debe plantearse desde tener medios, ya que los medios necesitan de un desarrollo de las personas que van a gestionar dichos medios. Por tanto, hay que meter en las agendas de las empresas una gestión inteligente de personas en sus aspiraciones para crecer.
Fundamentalmente, hay que poner foco en poseer diversas palancas para crear el clima de crecimiento adecuado como son:
A) La energía directiva o liderazgo comprometido con el crecimiento. Crecer necesita de pasión, ilusión e implicación de los directivos en todas sus acciones. No se puede obtener compromiso de las personas si no tenemos lideres comprometidos con saber crecer. Este proceso de crecimiento está abocado a dejar paso a otros líderes, ser parte de una historia y no ser toda la historia. Es muy adecuado que haya lideres adecuados para empresas pioneras (start-up), empresas colonizadoras (en crecimiento), empresas sostenibles (gestores) y empresa en declive (en liquidación)
B) El compromiso de las personas en la aventura del crecimiento. Tener la suficiente masa crítica de empleados focalizados en crecer, en tener comprometido su talento en querer crecer. El compromiso es un factor exigente para los líderes, pero facilitador de su propia gestión. Tener personas comprometidas es el eje central de cualquier crecimiento empresarial.
C) Tener una cultura con valores compartidos donde poder integrar a las personas que están comprometidas. Tener una cultura clara, sencilla y no muy detallada es clave para conseguir adaptación al cambio. Tener una cultura fuerte, impide crecer, debe ser lo suficientemente identificativa para que cualquiera otra empresa se puedan incorporar a dicha cultura. (crecimiento inorgánico)
Líderes con energía, personas con compromiso y culturas con valores compartidos son los tres focos de una adecuada gestión de personas en entornos de crecimiento empresarial.
La estructura de pymes y micropymes en España, necesita de crecimiento orgánico e inorgánico, y en este 2019, se debe pensar en crecer si queremos ser competitivos internacionalmente. Saber crecer es una asignatura pendiente en el entorno empresarial español y no debemos olvidar que eso empieza por saber gestionar las personas. Debemos seleccionar, liderar, superar, formar y tener una cultura significativa para tener una labor destacada como gestores de personas en empresas en crecimiento. En fin, para saber crecer hay que preguntarse si las personas que forman la empresa son felices con dicho compromiso de crecer. Todo crecimiento palpable empieza con una conciencia clara de querer crecer.