
La tregua entre Washington y México al mitigarse la posibilidad de que EEUU imponga un nuevo arancel a su vecino impulsa a las bolsas. El rebote hace que los principales índices de Wall Street estén a solo un 2,5 por ciento de los máximos históricos que perdió en mayo. Es precisamente la cercanía de esos límites lo que debe llevar al inversor a ser cauteloso.
Al corto recorrido que queda hasta las resistencias se une un escenario de caída más peligroso, de casi un 6 por ciento hasta los mínimos del 3 de junio. La ecuación rentabilidad-riesgo es, por tanto, poco atractiva y evidencia que no es el momento de comprar. Máxime si se tiene en cuenta que el problema de fondo para el mercado, la guerra comercial EEUU-China, dista aún de estar solucionado.