Opinión

El doble riesgo que la renta fija presenta

Las múltiples incertidumbres que sobrevuelan la economía mundial llevan al inversor a refugiarse en la renta fija. Hasta el punto de que la mitad de la deuda soberana de la eurozona tiene un cupón negativo. Focalizarse en esos activos con tanta intensidad no es una buena opción.

Quien se deje llevar por el miedo a la renta variable será incapaz de aprovechar el posible rebote que los acercamientos en la guerra comercial pueden provocar. Aunque el mayor riesgo reside en la gran dificultad que existe de que la rentabilidad de los bonos siga cayendo. Basta una mínima mejora de la inflación o un atisbo de menor flexibilidad monetaria del BCE para que la rentabilidad del papel suba y caiga su precio, lo que generará pérdidas a los inversores.

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