
El decreto anti VTC en Barcelona, que no permite operar con normalidad a firmas como Uber y Cabify, "tiene los días contados". Así de contundentes se muestran en esta última empresa, dirigida en España por Mariano Silveyra.
Dicen que el motivo de que el optimismo haya regresado al sector se debe a las reuniones que las plataformas han mantenido estos últimos días con algunos de los grandes despachos de abogados del país. Por lo visto, en estos encuentros los letrados les han transmitido que existen muchas posibilidades de que la Justicia tumbe la normativa. "Ya ocurrió con la proporción de una VTC por 30 taxis sobre la que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ya dictó una sentencia contraria", recuerdan desde Cabify. El hecho de que la actual legislación impuesta por la Generalitat y la alcaldesa Ada Colau con fines electoralistas sea aún más polémica y restrictiva, eleva las opciones de que el TSJC repita su actuación. "Está claro que el decreto no respeta la libre competencia e impide sobrevivir a una parte del sector del transporte, perjudicando con ello a los consumidores", dicen en Cabify.