
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé que el crecimiento de España siga por encima de la medida europea en los próximos años. Sin embargo, deberá su impulso a una combinación de motores diferente a la actual. El sector exterior ahondará su deterioro que es incipiente y dependerá más de la compra de vivienda.
Se trata de un panorama preocupante. Aunque no hay visos de una burbuja crediticia como en los años previos a la crisis, un peso excesivo de este sector implica desequilibrios como el alto endeudamiento de los hogares y el acaparamiento de la inversión que otros sectores también necesitan. El inmobiliario es una importante fuerza que debe contribuir al PIB, pero no puede constituirse en agente casi único del crecimiento.