
La pasada semana se supo que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona se habían unido contra el regreso de Cabify que, mediante un recurso legal, sigue trabajando en la Ciudad Condal a pesar de la normativa anti VTC.
Con esta idea, los Mossos d'Esquadra habían recibido la orden de vigilar estos vehículos y detener a los conductores de Cabify que circulen sin pasajero por la ciudad para saber si cumplen con los 15 minutos de precontratación que exige la ley. Pues bien, desde el cuerpo de Policía comandado por el mayor Miquel Esquius se dice que los mossos están teniendo problemas para cumplir la orden.
"Llegan muchas quejas de agentes que no pueden comprobar si se cumple la ley", confirman desde la Policía. Se comenta que la causa de ello está en que no existe ningún mecanismo que permita comprobar si se respeta el plazo fijado. "Hasta ahora solo hay un registro online que obliga a las VTC a notificar sus trayectos. Pero está en pruebas", reconocen en la Policía catalana. Se supone que dicho registro funcionará a partir de mayo. Pero, hasta que llegue ese momento, Cabify podrá circular sin problemas a pesar del cerco de Quim Torra y Ada Colau.