La vuelta de Cabify a Barcelona, recurriendo a una argucia legal para esquivar el decreto anti VTC, ha molestado a la Generalitat. Tanto es así que el presidente
Quim Torra se ha involucrado personalmente en el asunto. De momento, el Govern ya ha abierto un expediente informativo a la empresa para que defina cómo es su servicio y si cumple con la norma que obliga a que el pasajero que contrata el servicio espere 15 minutos.
Pero dicen que la ofensiva va más allá. De hecho, en los Mossos d'Esquadra se comenta que recibieron la orden de detener a cualquier vehículo de Cabify que circule sin pasajeros por las calles de la Ciudad Condal.
Por lo visto para esta labor de vigilancia cuentan con la colaboración del Ayuntamiento comandado por Ada Colau, que ha puesto a la Guardia Urbana de Barcelona a realizar el mismo desempeño. Aunque aún es pronto para conocer si esta nueva ofensiva volverá a frenar la vuelta de Cabify a Barcelona, lo que sí empiezan a comprobar algunos conductores de VTC es un incremento de la presencia policial en lugares clave como el aeropuerto de El Prat. Con todo, la empresa asegura que se "ajustan a la normativa" y que "no incumplen la ley".
