Opinión

La purga de Sánchez fulminará a medio centenar de diputados

  • Quiere colocar a varios ministros en las provincias que rodean Madrid
Pedro Sánchez. Foto: Efe.

Pedro Sánchez, el paladín del diálogo y la conciliación con los independentistas catalanes y los antisistema, no es partidario de practicar esas mismas virtudes que pregona en su propio partido y con los miembros de su grupo parlamentario donde prepara una purga, que algunos califican abiertamente de "venganza" y que, aseguran, "va a fulminar al 64% del actual Grupo Parlamentario en el Congreso". Lo que se traduce en que entre 50 y 55 de los actuales 84 diputados que tiene el PSOE en la Cámara Baja van a ser excluidos de las candidaturas para el 28 de Abril.

Purga o venganza de amplias dimensiones no sólo en cantidad sino también en calidad. Porque entre los nombres que circulan como sentenciados por el dedo dictatorial de Pedro Sánchez figuran destacados pesos pesados del partido y del Congreso como el exportavoz Antonio Hernando, la vicepresidenta de la Mesa de la Cámara Micaela Navarro y el secretario segundo Juan Luis Gordo, el expresidente de la Comunidad Valenciana Cipriá Císcar, el riojano César Luena, o los andaluces Antonio Pradas y Antonio Hurtado, entre otros; además de los ya destituidos de su funciones José María Barreda y Soraya Rodríguez.

Quien seguro que se salva de la quema y repite en el País Vasco es Patxi López, antaño contrincante de Sánchez en las primarias y ahora reconvertido y apostol ferviente del sanchismo imperante.

Busca eludir así una segunda defenestración en caso de que salga de La Moncloa tras un pacto PP-Cs-Vox

El propósito de Sánchez es asegurar la lealtad incondicional a su persona en el próximo Grupo Parlamentario, sobre todo para evitar que se le aplique la doctrina que pretendía el escudero Ábalos con Susana Díaz, y eludir así una segunda defenestración en caso de que, aunque pudiera ganar las elecciones, se vea obligado a salir de La Moncloa por la suma de PP, Ciudadanos y Vox, como auguran la mayoría de las encuestas.

Con este fin también desde la cúpula del Gobierno y del partido se trabaja para colocar como "cuneros" a ministros para liderar las candidaturas en las provincias limítrofes con Madrid. En concreto desde Ferraz se mira a Guadalajara, Toledo, Ávila, Segovia e, incluso, Cuenca, como destinos de esta operación.

Son provincias en la que se juegan pocos escaños pero que tradicionalmente se reparten entre populares y socialistas y los responsables son conscientes de la importancia de mantener, al menos, la representación actual en las citadas circunscripciones, que tienen seriamente amenazadas por el auge de Ciudadanos y de Vox.

Pues eso, que como dice el refranero, en casa del herrero cuchillo de palo, pero en la casa de Pedro Sánchez el palo es contundente, tiene punta y mata.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky