
Un nuevo frente de conflictividad se abre para el Ejecutivo. En concreto para la ministra Meritxell Batet. Los trabajadores temporales de la Administración Pública han formado un frente común. Denuncian los procesos iniciados por distintas administraciones llamados Ofertas de Empleo Público (OEP), mediante los cuales sacan a concurso las plazas que estos trabajadores ocupan en la actualidad.
El sistema no lo instauró Batet sino que es heredado de un acuerdo firmado por el anterior Ejecutivo con los sindicatos, como respuesta a las multas de la UE por la excesiva temporalidad entre los empleados públicos. Según dicen, el problema es que las plazas que salen a través del OEP harán que los temporales pierdan su trabajo.
"No se trata de unos pocos, sino de cerca de medio millón de trabajadores que cuentan con la experiencia suficiente para seguir en un puesto del que ahora se les quiere despedir", dice un portavoz de estos empleados. Para evitarlo, este colectivo se movilizó el pasado sábado frente al Ministerio de Administraciones Públicas. "Los actos de protesta proseguirán el tiempo que sea necesario", amenazan.