Opinión

Buenos propósitos de Año Nuevo para los gerentes

Cada año, por esta época, las personas suelen prometer que dejarán de comer bizcochos, que harán gimnasia, o que se embarcarán en alguna cruzada de reformas personales. Y se prometen que en esta ocasión, sus promesas de Año Nuevo realmente serán cumplidas. Y cada año, ya para febrero o marzo, esos mismos propósitos parecen comenzar a olvidarse. Pero eso forma parte de la condición humana. Sin embargo, este año, a diferencia de cualquier otro año que recordemos, se requiere una nueva rutina.

El 2009 traerá desafíos sin precedentes e incertidumbre. Por lo tanto, sugerimos a los lectores que añadan a la lista de propósitos, otros cuatro en el área del trabajo, especialmente si el lector está liderando una empresa, una división, o inclusive un equipo. Esos propósitos no resolverán todo, pero si usted se adhiere a ellos durante todo el año, podría ayudarlo a obtener lo mejor de una situación -muy- mala.

Mantenerse a la ofensiva

Primero y principalmente, sugerimos que su propósito durante el 2009 sea mantenerse a la ofensiva. Sí, es cierto que ahora se requieren acciones defensivas. Muchas empresas han echado empleados o reducido el pago por compensaciones. Y muchas más acciones de ese tipo seguramente le seguirán, junto con cortes de presupuesto y de otros gastos. Pero manténgase alerta. En ese tipo de escenario, las personas comienzan a obsesionarse por cosas como quién será el próximo en ser echado. Y, todavía peor, comienzan a olvidar que, en primer lugar, son los clientes quienes mantienen el sitio vivo.

Como líder, su tarea en los próximos, difíciles trimestres, será bloquear esa tendencia. Con su energía positiva y su ejemplo, mantenga a los empleados absortos en la creación de productos y servicios innovadores. Y recuerde: también sus clientes están sufriendo. Trate de ofrecerles productos mejores que nunca, y de esa manera podrá vender más y mantener la lealtad del consumidor incluso después de que pasen esos días sombríos.

En segundo lugar, haga de 2009 el año en que usted le explicará con mucha claridad a sus empleados el significado de la palabra "integridad". Por supuesto que usted ha hablado antes de ese tópico. Y ha dicho que no tendrá tolerancia alguna con quienes actúen violando la ética. Pero las violaciones a la integridad no sólo se cometen en gran escala, como lo hizo Bernard Madoff. Con más frecuencia, son cometidas por empleados regulares que se las han arreglado para operar en las zonas grises de una compañía.

La reputación

Por lo tanto, este año, comprométase a tomar un tiempo, un tiempo real, sin premuras, para explicar de manera clara qué es bueno y qué es malo. Trate de eliminar el gris. Todo debe hacerse en blanco y negro. Y haga saber a sus empleados que cuando se trata de proteger a los clientes y la reputación de la compañía, ignorar una violación a la ética es tan grave como cometerla.

Tercero: eduque a todo su equipo, sin importar el puesto que cada uno tiene en la organización, sobre las peligrosas consecuencias que traería la aprobación, en Estados Unidos, de la Ley de Libre Opción del Empleado.

Y con respecto a ese proyecto de ley, es mejor que actúe rápido. La mayoría de los demócratas son partidarios de ese proyecto y algunos creen que el nuevo Congreso votará en favor de la ley antes de mediados de año. Si triunfa el proyecto, los norteamericanos pueden decir adiós a la votación secreta en las elecciones sindicales. Eso significará que habrá más empleados afiliados a gremios. Ninguna industria quedará inmune.

Ahora que las Tres Grandes de la industria automotriz luchan por sobrevivir, es posible que algunos de sus empleados vean la televisión y observen al presidente del sindicato automotriz. Y algunos de esos empleados pueden ponerse a pensar: "Ojalá yo tuviese un dirigente como ese para que proteja mi empleo".

¿Algo que celebrar?

Pero cuando usted hable con su gente acerca de ese proyecto de ley, debe recordarles que las normas de trabajo de los sindicatos son una de las principales razones de que la industria automotriz esté al borde de la bancarrota. En el 2009, los norteamericanos no pueden darse el lujo de tener un movimiento sindical resurgente.

Finalmente, hágase el propósito de que el 2009 no sea un año sin algo que celebrar. Con frecuencia, en épocas de crisis, algunos empresarios creen que no está bien tener algo de diversión. Pero este año, debido a los extraordinarios desafíos, habrá seguramente pequeñas pero notables victorias, y esfuerzos extraordinarios. Qué oportunidad perdida no reconocer y recompensar a personas que hacen esfuerzos más allá de lo requerido. Hay que fortalecer la moral. Por lo tanto, esos empleados necesitan y merecen ser recompensados.

Los pronósticos para el 2009 son malos. Usted tiene en su lugar un plan de operaciones. Pero el Año Nuevo es la mejor época para lanzar otro, amplificando las normas, a fin de superar los obstáculos de una manera decente. Esos cuatro propósitos, y una fuerte dosis de determinación, seguramente ayudarán.

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