Opinión

La relación del dinero con tu psiquis

En siglo XIX el filósofo y psicólogo Williams James consideraba que el dinero era parte de nuestro yo expandido. "Nuestro yo expandido es todo lo que un ser humano considera que es suyo desde su cuerpo, su casa, su familia, sus amigos, su ropa, hasta su coche, su empresa y por supuesto, su cuenta bancaria".

El manejo de nuestras pequeñas y grandes finanzas está estrechamente vinculada con nuestro mundo psíquico, no puede aislarse de su propio psiquismo por ello, economía y psicología son dos ciencias que se han puesto de acuerdo con este concepto y así lo han plasmado en infinidades de libros. Para comprender la relación entre ambas hace falta ampliar el concepto del dinero como una mera herramienta de intercambio y poder, para visualizarlo desde la perspectiva del vínculo.

El dinero es un vínculo más con el que nos relacionamos a diario. Y, como tal, estará atravesado por varios componentes; personalidad, gestión emocional y control de los impulsos. Y, al igual que en las relaciones, tienen en común la necesidad de ser cuidado y establecer un equilibrio entre lo que daré y recibiré.

Existen personas con una gran capacidad para generar dinero y al mismo tiempo con bastante dificultad para poder administrarlo o, por el contrario, personas que tienen una gran habilidad para administrar el poco dinero que consiguen. En cualquier caso, la dificultad para manejar esta relación denota la necesidad de trabajar en ciertos aspectos de la personalidad del sujeto.

¿Cómo se manifiestan ciertos rasgos de nuestra personalidad a través del dinero?

El avaro: el miedo y la inseguridad guían a este tipo de personas ya que la idea de futuro les angustia sobremanera y, actuando en consecuencia, deciden acumular y retener lo máximo posible el dinero. Sin duda, la peor versión de una persona avara es aquella que lo es consigo mismo poniendo compulsivamente sus necesidades en un segundo plano.

"A vivir que son dos días": a este tipo de personas los guía lo compulsivo y carecen de una idea de futuro ya que lo viven todo en tiempo presente. Aquí aparece la dificultad para controlar los impulsos, son personas que llenan con dinero y acciones inmediatas el vacío o la tristeza que no se animan a enfrentar.

El justiciero: este tipo de personas son las que nos dan lecciones sobre el sistema capitalista y la relación que todos tenemos con el dinero. Sus argumentos se basan en que los ricos esquilman a los más pobres. El tema del patrimonio personal les genera enfado, ven injusticias a cada momento, son sujetos que prácticamente viven al día. Detrás de su necesidad de justicia existe un gran controlador con ciertas dificultades para disfrutar.

Víctimas: son las personas que a menudo nos encontramos y nos dicen: "Aquí ando sobreviviendo", "es lo que hay" o "yo no sé como hacen los demás para generar dinero", "no se hacer otra cosa que trabajar y siempre estoy en el mismo sitio", "es que unos han nacido con estrella y otros estrellados, yo soy de los segundos, qué se le va a hacer". La emoción que guía a este tipo de sujetos es la baja autoestima y la dificultad para salir de un esquema auto

Limitante: generar dinero o salirse de sus propios códigos familiares o culturales les genera mucha culpa.

El narcisista: necesita ser visto por los demás a través de los múltiples objetos que expone en su entorno (ropa de marca, colegios caros, móviles y coches de alta gama, restaurantes de lujo). Utiliza el dinero para suplir sus propias carencias afectivas y ser reconocido por los demás. Son personas que están muy preocupadas por llenar su vida de experiencias que solo las conciben a través del dinero. Pero la verdad, es que ninguna experiencia afectiva y profunda tiene como base el dinero.

El ventajero: el dinero lo es todo, las personas se convierten en "oportunidades de negocio" y es ésta su brújula personal. Lo que hay detrás de este tipo de personas es una desmedida ambición de poder y casi nula empatía con el resto de los mortales salvo que sean provechosos para sus fines económicos.

Cuanto más me conozco mejor relación mantengo con el dinero

En las sesiones de coaching se trabaja muy a menudo con esta temática, tanto de forma individual como grupal, da igual la profesión o el rango laboral que un individuo posea, ya que establecer un buen vinculo con el dinero exige conocerse en profundidad. Hay personas que vienen de familias cuya relación con la economía no ha sido un factor ni de estrés ni de conflicto y que ya tienen incorporado, en su vínculo con el dinero, herramientas de gestión, control, disfrute y otras, que necesitan adquirir ciertas destrezas para manejarse mejor.

Pablo (45 años) es autónomo y también le gusta dedicarse al trading, padre de dos hijos y divorciado, acude a sesiones de coaching planteando que ha llegado a un punto que vive para ser proveedor de sus hijos y de su ex-esposa. Está cansado de no poder disfrutar y pasa muchas horas por la noche operando, pero no logra ser consistente en sus resultados. El dinero pasó a ser un factor de estrés más, dentro de la cadena de agobios personales.

Pablo con el tiempo ha ido incorporado distintas técnicas que le han ayudado a comprender cuál es su mejor momento para operar. Técnicas que tienen que ver con la gestión del estrés, la disminución del miedo a perder y /o a ganar, también con poder asociar la idea de dinero a pequeños momentos de placer personal sin culpas.

Darse cuenta de que no se puede dar lo que no se tiene es imprescindible para poder establecer una sana relación con el dinero. La autoestima influye sustancialmente en la relación entre el debe y el haber.

Algunas preguntas prácticas

* ¿Cuál es el peso del dinero en tus decisiones cotidianas?

* ¿De qué manera el dinero influye en tu relación con otras personas?

* ¿De qué forma estás ganando dinero?, ¿hay disfrute, agobio, culpa o sensación de estancamiento, miedo a ganar más, miedo a perder?

* Si el dinero es un vínculo más ¿qué tipo de relación mantienes con él: destructiva, creativa, posesiva, desprendida?

Por último, hay una frase de Jonathan Swift que nos puede ayudar a reflexionar: "Una persona inteligente debería tener dinero en su cabeza, no en su corazón".

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