El Banco de Turquía eleva los tipos hasta el 24%. Llegó más lejos de lo que los analistas esperaban, pero el Eurostoxx acabó subiendo moderadamente.
Sin duda, los problemas de Turquía, como el alto IPC y la elevada deuda, tardarán en resolverse. Pero también pesó el BCE.
El eurobanco rebajó una décima sus perspectivas de crecimiento de la eurozona, lo que no le impide mantener su plan de acabar con los estímulos monetarios.
Sobre esta base, el Eurostoxx fue incapaz de vencer su resistencia de los 3.390 puntos y no se puede asegurar que lo haga hoy.
Mientras esa cota quede sin rebasar, persistirán los riesgos a la baja, pese a buenas noticias recientes, como el compromiso de Italia de respetar su meta de déficit o un posible acuerdo sobre el Brexit.
