
El Gobierno se llevó un baño de realidad tras vetar Defensa la venta de 400 bombas a Arabia Saudí. Es conocido que el mayor contrato de Navantia en el exterior (la construcción de cinco corbetas para Riad) ha pendido de un hilo.
Pero lo que se desconoce es que el puesto de Margarita Robles al frente de Defensa también se vio salpicado. Así lo indican fuentes diplomáticas que afirman que "lo primero que pidieron los saudíes para empezar a hablar es que se cesara a Robles".
Tras reconocer la "torpeza", el titular de Exteriores Josep Borrell sacó toda la artillería diplomática para enderezar la situación. Pero, se dice, que no era suficiente. Tanto es así que, según Exteriores, fue necesaria la participación tanto del Rey Felipe VI como de su padre, Don Juan Carlos.
"Los saudíes son de la filosofía de conmigo o contra mí. Y solo tras la entrada en juego de Zarzuela por partida doble pudo reconducirse la situación", indican desde Exteriores.
Eso sí, la solución final exigió que Robles pidiera perdón personalmente al embajador de Arabia en Madrid, el príncipe Mansour Bin Khalid Al-Farhan Al-Saud. "Ha sido la negociación más dura a la que se ha enfrentado este Gobierno", reconocen cercanos a Borrell.