
Un borrador emitido por COSO (Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission) para la gestión de los riesgos ligados a la Responsabilidad Social Corporativa, menciona un estudio de la CGMA (join venture entre AICPA y CIMA enfocadas a temas contables) de 2015.
Este informe revela que el valor de los activos intangibles supone más del 80% del valor total de mercado de las compañías del S&P500. Este porcentaje, en 1975 era solo del 17%. A partir de este estudio, COSO señala la importancia creciente de la correcta gestión de los riesgos ASG (Ambientales, Sociales, y buen Gobierno) dada la relación que se supone entre estos riesgos y el valor de los intangibles.
La realidad es que la dependencia entre el valor de los activos intangibles y la gestión de los riesgos ASG no es matemática. Para muchos, habría que incorporar cuestiones como la capacidad de innovación, la marca, el capital humano... Por otro lado, tratar de valorar económicamente los intangibles, utilizando la diferencia entre el valor de cotización en bolsa y su valor contable, puede presentar también problemas: las modas en los mercados de valores, la sobre-reacción de los inversores ante determinadas noticias...
No obstante, académicamente hay un gran consenso en considerar que la RSC-Sostenibilidad es un concepto muy ligado a la reputación y al valor intangible de las corporaciones. Se podría afirmar que la gestión de los riesgos ASG ayuda a protegerlos. Eso sí, sin realizar estimaciones económicas sobre los resultados (por eso son intangibles), e incorporando a la gestión de los riesgos ASG otros riesgos a la medida de cada organización (como ya hemos comentado: marca, talento...).
En España, en las empresas del Ibex no hay web corporativa sin mención a la RSC-Sostenibilidad de forma clara y resaltada. El 100 por cien de las empresas le dan una importancia comunicativa relevante como no podría ser de otra manera, pues en muchos casos el valor de los intangibles supera al contable.
Ya hemos visto la importancia de la RSC-Sostenibilidad para las empresas y así lo reflejan sus medios de comunicación. Pero la RSC-Sostenibilidad es más que comunicación, implica un verdadero cambio en el modelo de gestión empresarial. Se trata de crear un nuevo valor compartido entre la empresa y sus grupos de interés sobre cuestiones como derechos humanos, medio ambiente y buen gobierno (ASG).
Como se puede percibir, es suficientemente relevante y complejo como para que figure en el orden del día de los Consejos de Administración. Y así lo recoge una de las recomendaciones del código de buen gobierno de la CNMV (2015), cuando sugiere la constitución de una comisión específica dentro del Consejo de Administración dedicada a este tema. Si se repasan los informes de gobierno corporativo de las empresas del Ibex35 en el año 2017 vemos que la recomendación de la CNMV de contar con una comisión específica en sus Consejos es seguida por un 20% de las empresas.
Un buen dato sin duda, pero que también muestra un camino por recorrer. Un camino que Laurence Douglas Fink presidente de BlackRock (empresa de gestión de activos más grande del mundo) ve más que urgente. En su carta anual dirigida a las grandes corporaciones, alerta sobre la necesidad de avanzar.
Según Fink, la sociedad está reclamando al sector privado soluciones a los retos sociales planteados para recuperar la confianza. Para ello las compañías, además de generar rentabilidad financiera, deberán contribuir de forma positiva a la sociedad beneficiando a todas las partes interesadas. La solución para impulsar el cambio, siempre según Fink, se generaría en los Consejos de Administración dentro de una estrategia para la creación de valor a largo plazo.
Así las cosas, la clave para el cambio que reclama la sociedad, y que va a proteger el valor de los intangibles y la reputación, se encuentra en los Consejos de Administración.
La Comisión sobre Sostenibilidad sugerida por la CMNV en su código de buen gobierno se perfila como un instrumento clave, necesario y urgente para promover la gestión de los riesgos ASG de las empresas.