
Atlantia, propietaria del puente que se derrumbó en Génova, fue duramente castigada en la bolsa italiana, y en dos días perdió una cuarta parte de su valor.
Es una reacción lógica ante la perspectiva de que el Gobierno le revoque la concesión de la autovía que une Génova con Francia lo que implicará perder también 4.300 millones en nuevas inversiones.
Pero el daño para Atlantia es más profundo ya que se ve comprometida su credibilidad a escala mundial. Ese perjuicio solo puede salpicar a ACS (firma que junto a su filial Hochtief ya perdió más de 1.000 millones en bolsa).
La empresa española veía en su unión con Atlantia, a través de Abertis, una vía al liderazgo mundial en infraestructuras. Pero lo cierto es que la empresa italiana es un socio cada vez menos fiable.