
Hace algunos días se conocía que un desvío presupuestario producido por una caída de ingresos y un aumento de gastos no previsto obligaba a Ada Colau a meter la tijera en las inversiones previstas.
En concreto, Barcelona en Comú dará un hachazo del 30% a la obra pública, alrededor de 110 millones. Este problema con las cuentas fue desvelado por el PSC y, como era de esperar, fue criticado en el consistorio. Pues bien, el desvío presupuestario que sufren las cuentas en la Ciudad Condal pasará factura a la alcaldesa de la ciudad.
Al menos así lo desvelan fuentes de Barcelona en Comú. Por lo visto, una encuesta interna realizada por la formación tras conocerse la noticia indica que el partido sigue en caída libre en cuanto a apoyos electorales. "La popularidad de Colau ya había bajado y con el recorte de inversiones se ha intensificado la tendencia", dicen desde el entorno de la alcaldesa.
Con todo, en el partido aún esperan que de cara a las municipales del año que viene, sean capaces de dar la vuelta a la encuestas. "Todavía tenemos algunos ases en la manga", amenazan desde Barcelona en Comú.