
Las cuentas de la universidad Rey Juan Carlos deberían haber sido aprobadas en la reunión de su consejo el pasado 28 de junio. Pero no se dio tal circunstancia. El rector del centro de enseñanza, Javier Ramos, decidió apartar del orden del día dicho punto.
¿Motivo? La segura negativa a aprobar las cuentas, ante las presuntas irregularidades detectadas en dos institutos de la universidad. En concreto, las sospechas se dirigen al Instituto de Derecho Público (IDP), el mismo del máster de Cristina Cifuentes, y el de Estudios Jurídicos Internacionales.
En ambos institutos se cree que pudo haber malversación. En el IDP, en particular, piensan que se utilizaban presuntamente tarjetas asociadas a gastos del instituto para uso particular.
Esta circunstancia hace que en la institución, los alumnos empiecen a hablar ya de las "nuevas tarjetas black", recordando el caso de Bankia. Para evitar que un nuevo escándalo de tal magnitud salpique a la Rey Juan Carlos, su rector ha encargado una auditoría forense para esclarecer los hechos.
"Una vez que se disipen las sospechas será el momento de aprobar las cuentas. Antes no", afirman desde la universidad.