Opinión

Siete puntos ciegos del informe de expertos sobre la descarbonización

En enero de 2017, publiqué un breve artículo sobre la Transición Energética que reafirmó la necesidad de "seguridad del suministro, sostenibilidad y competitividad industrial" como las pruebas de una transición energética exitosa para España -libro verde de la UE 2006-. Eso requería una "estrategia energética a largo plazo -en lugar de parches presupuestarios de corto plazo-, construida sobre una visión nacional compartida con objetivos de eficiencia energética, competitividad creciente de fuentes renovables, necesidad de estabilidad regulatoria, necesidad de evolucionar hacia la Industria 4.0 y la responsabilidad de España de liderar el Acuerdo de París COP21 predicando con el ejemplo".

A finales de 2017, el gobierno español reunió la Comisión de Expertos para elaborar propuestas para la descarbonización, con una perspectiva detallada para la transición energética de España, con escenarios y opciones de construcción de una estrategia a largo plazo.

El informe de 548 páginas fue entregado en mano al entonces ministro en abril. Es un trabajo serio, sus autores son reputados profesionales del sector, y cuenta con contribuciones de actores clave como REE, IIT de la Universidad Pontificia de Comillas y de Nera Economic Consulting. Sin embargo contiene, en mi opinión, algunos puntos ciegos. Enumero siete para provocar la discusión:

1. Vecinos

¿No deberíamos mirar las estrategias energéticas de Francia, Portugal y Marruecos más allá de las interconexiones? ¿O se concibe este análisis desde una perspectiva de isla energética? ¿Cuáles son las implicaciones conjuntas del compromiso ibérico con los mercados mayoristas de energía?

2. Velocidad de cambio

Las curvas de aprendizaje y la rápida caída del coste de energía de las renovables -como eólica, PV, termosolar, almacenamiento- parecen subestimadas. Solo hace falta echar un vistazo a los últimos resultados de subastas, muchas en paridad de red -o sea, sin incentivos-. Con el almacenamiento potencialmente reemplazando las plantas de cobertura de picos -ver el excelente análisis de GTM para los EEUU- combinado con un incremento importante de vehículos híbridos y e-vehículos, tenemos los ingredientes para la revolución.

3. Nuevas tendencias

¿Refleja el crecimiento de la demanda las nuevas tendencias de consumo en eficiencia energética y movilidad, o sobreestima la demanda prevista y capacidad de cobertura necesaria? ¿Considera los nuevos e innovadores modelos de negocios -ej. descentralizados/generación local-?

4. Modelo con óptimo local -a medio plazo- y no el global -a largo plazo-:

¿Padecen los resultados de problemas típicos de los modelos LP -programación lineal-? Es posible que el modelo haya optimizado a gas para 2030 luego evolucionando hacia renovables en 2050; o sea, un gráfico en forma de L invertida -hockey stick-. ¿Cómo se pueden justificar nuevas inversiones en gas en solo una década, dado el impulso hacia un futuro descarbonizado? ¿No se debería dar estabilidad regulatoria a las inversiones existentes en gas -ej. CCGT- esenciales para la seguridad del suministro?

5. Nuclear como elefante en la cacharrería

No hay soluciones claras y un calendario para el cierre nuclear más allá de la certeza de una factura elevada a los contribuyentes y/o consumidores. "Cuando no se extiende la vida de la nuclear, ésta es sustituida por el gas natural... el coste medio de generación de la electricidad aumenta un 21 por ciento, lo que no incluye los costes de inversión en nueva potencia instalada". Además, "el cierre de parte del parque nuclear provoca un incremento notable de los costes de generación...".

6. Algunas concepciones desactualizadas

Por ejemplo, preferencia por GNL vs. biocombustibles en aplicaciones tales como el transporte marítimo. Un informe reciente de Lloyd's Register y la consultora University Maritime Advisory Services destaca que "si bien hay carencias en la infraestructura de suministro de biocombustible, este combustible es la solución más económica para los armadores". ¿No son necesarios business cases más detallados para precipitarnos en más inversión en redes de hidrocarburos?

7. Muchos cocineros estropean el caldo

Hacer un diagnóstico fue posible en una comisión con 14 miembros que tienen intereses distintos, pero con resultado necesariamente insípido. ¿No sería mejor ofrecer, al menos, dos futuros posibles con argumentos y propuestas contrapuestas? Hay pistas en los votos individuales de los disidentes -el verdadero red team- fundamentales a la hora de contextualizar el informe. Ejemplos:

• Jorge Sanz Oliva: mención del efecto distorsionador de la actual configuración de peajes de acceso y la falta de definición del Estado frente a las implicaciones del cierre nuclear.

• Jorge Aragón Medina: consideraciones sobre las deficiencias del mercado mayorista y mecanismo de establecimiento de precios marginales, sus implicaciones en la regulación de un mercado con jugadores predominantes, cómo manejar desmantelamientos, etc.

• Josep Maria Salas i Prat: critica la falta de ambición del informe con respecto a la velocidad de la transición, la insostenibilidad del modelo actual -centralizado-, la autogeneración y la agregación de la demanda como derechos de los ciudadanos

• Cristóbal José Gallego: señaló el absurdo de la ausencia de expertas en la Comisión... Y ahora tenemos a Teresa Ribera como Ministra. De nuevo, subraya la percepción de falta de ambición de los objetivos ambientales vs. Acuerdo de París.

Se puede decir más sobre el informe, sin embargo, está claro que desarrollar la descarbonización del sistema eléctrico de España, tal y como se establece en la hoja de ruta de energía de la UE 2050, requiere que la nueva estrategia energética responda decisivamente a la prueba inicial: "seguridad de suministro, sostenibilidad y competitividad industrial".

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