El desplome de la cotización de Facebook a principios de este año sirvió como doloroso recordatorio de los riesgos asociados al endurecimiento del marco normativo en materia de datos.
A pesar de todo, los inversores no deberían perder de vista que las tendencias y las tecnologías disruptivas constituyen un factor clave a la hora de generar rentabilidad a largo plazo. Aún existen un gran número de oportunidades de inversión en el sector tecnológico que ofrecen excelentes perspectivas de crecimiento.
Indudablemente, la capacidad de recabar, analizar y utilizar grandes volúmenes de datos constituye un catalizador del crecimiento en varios sectores. Un ejemplo de ello es el sector del software para empresas, que actualmente registra una sólida demanda por parte de firmas que buscan modernizar su infraestructura de TI para utilizar el potencial que brinda el análisis de datos. El paso de un modelo basado en las licencias de software a uno de suscripción también está mejorando el perfil financiero de las empresas de software a lo largo del tiempo.
Splunk, con una clara posición de liderazgo en el mercado de analítica de operaciones de TI, aborda un mercado potencial total de alrededor de 55.000 millones de dólares. Además de ser un actor destacado en el ámbito de la seguridad de la información y la gestión de incidentes, Splunk también está empezando a ampliar sus actividades para dar cabida a la analítica empresarial, que abre nuevas posibilidades de crecimiento.
En el extremo más desenfadado del espectro de software, los inversores harían bien en no pasar por alto el potencial de la industria de los videojuegos. En 2017, la valoración de este sector alcanzó los 100.000 millones de euros y su tasa de crecimiento anual se situó en el 9%, una cifra que supera con creces a otras industrias del ocio, como la cinematográfica y la musical. La edad media de los jugadores estadounidenses es de 35 años, lo que evidencia el gran atractivo de los videojuegos como fuente de entretenimiento.
En línea con la industria del software para empresas, el sector de los videojuegos también está transformando su modelo de ingresos. Este sector, que solía ser cíclico y dependía de los ingresos generados por el lanzamiento inicial de un juego, recurre ahora a los complementos (add-on) y a las compras dentro de los juegos para originar microtransacciones que generan ingresos durante varios años. Además, la creciente demanda de retransmisión en directo de competiciones de videojuegos ejemplifica cómo los editores de juegos están encontrando nuevas formas de impulsar la interacción con los usuarios y generar ingresos de una forma más estable que antes. Activision Blizzard es una de las empresas que prevemos que se beneficiarán del crecimiento de los márgenes y de la menor ciclicidad del sector.
Tras haber identificado una tendencia tecnológica de éxito en un país, también tiene capacidad para analizar en qué otras regiones podría implantarse de un modo rentable. Este enfoque tiene la ventaja de permitir apoyar un nuevo modelo de negocio contando con el aval de una experiencia previa exitosa y de ofrecer la oportunidad de acceder a un mercado potencialmente grande e inexplorado.
Mercadolibre, el gigante latinoamericano del comercio electrónico, constituye un buen ejemplo de lo anterior: la firma está desarrollando su negocio de pagos para abordar un segmento muy infrapenetrado de la región, utilizando el mismo patrón de éxito empleado por PayPal y eBay hace unos años.