
Uno de los primeros actos de Pedro Sánchez como presidente fue conmemorar, este mes, el aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas España-Andorra.
Ni la presencia de Sánchez ni la de su homólogo andorrano, Antoni Martí, impidieron que acabara siendo un acto de perfil mucho más bajo de lo inicialmente previsto. Se dice que el equipo del expresidente Mariano Rajoy preparó meticulosamente el acontecimiento durante semanas.
El objetivo era que sirviera como refuerzo del político popular para contrarrestar el perjuicio que las sentencias sobre los casos de corrupción en el PP provocan. Para ello, cuidaron incluso la puesta en escena, ya que se eligió la Fábrica de la Moneda como escenario para anunciar lo que, comentan, estaba destinado a ser "el mayor plan para la lucha contra el blanqueo que España impulsó en los últimos años".
Pero nunca se podrá saber qué tenía Rajoy exactamente en mente. Una vez que triunfó la moción de censura, dicen que Moncloa transmitió que todos los preparativos relacionados con este tema se pararan.