Cuentan que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, no está contento con el funcionamiento de la oficina Marca España, que impulsó José Manuel García-Margallo en 2012.
Critica al PP por haber dejado al organismo sin Presupuesto, poniendo así en duda su propia continuidad. Pero, dicen, que está especialmente molesto con el liderazgo que ha llevado hasta ahora el alto comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros.
Por lo visto considera que su trabajo no ha servido para mejorar la imagen del país y pone como ejemplo el hecho de que el procés haya conseguido venderse bien en medios extranjeros.
De ahí que existan rumores que indican que ha aprovechado el viaje de ambos por EEUU acompañando al Rey Felipe VI para comunicar a Espinosa de los Monteros su próximo cese. "El último informe del Tribunal de Cuentas en el que se muestran irregularidades en la entidad y en las aportaciones de empresas privadas también influyen en su decisión", comentan desde Exteriores.
La misma fuente añade también que el futuro de este organismo está en el aire. "Borrell no ve clara su viabilidad y su utilidad, por lo que sopesa cerrarlo", aseguran.
