
Un gestor esta semana me ha elevado a Florentino Pérez a los altares de su inversión, y lo hace porque le ha permitido ganar más dinero del que pensaba y en menos tiempo del que creía durante su última resurrección. El mismo reconoce que tiene una relación promiscua con ACS.
Compra títulos cuando Florentino ejerce de encantador de serpientes, entonces se convierte en un correligionario de su religión, como ha ocurrido en el convulso último trimestre, en el final de la intervencionista opa sobre Abertis. Por el contrario, vende, con la desafección al proyecto de los conversos, cuando trata de explicarse cómo saldrá Florentino de un combate desigual. Él, como público, no es capaz de entender lo que sucede en el escenario de no ser por los juegos de tramoya que hay detrás del escenario que no ve. Motivo por el que se deshizo de los títulos a mediados del pasado añom cuando se anunció el interés por Abertis, y le asaltaron dudas por la dimensión financiera para ACS de la operación.
Lo que no me dijo este gestor, que habla de Florentino como un Dr. Jekyll o un Mr. Hyde, "un Bernstein de la composición o un Pablo Carbonell de contracultura riéndose del mercado con su agüita amarilla", es que esta semana Florentino Pérez se ha ganado más velas de los inversores para su altar. ACS ha roto máximos históricos, dejando muy atrás los de aquel 2007, cuando le dio por ser el señor del kilovatio del mercado español, apareciendo en Iberdrola y la en-tonces Unión Fenosa. ¡No se equivoque, los 50 euros a que por aquel entonces cotizaba ACS no tienen nada que ver con los actuales 36! Con los dividendos pagados y las amortizaciones de títulos que ha hecho la compañía, aquellos 50 euros hoy son 70 euros si los ha mantenido. Cuando se ha dicho que 'los Albertos' o los March, en su momento, estaban cabreados con Floren-tino la gente no ve lo que logra Florentino. Alguien que ha trabajado mucho tiempo a su lado lo explica así: "No pide las cosas, pero las consigue. Es muy amigo de sus amigos, y muy enemigo de sus enemigos. Es un constructor de relaciones fantásticas. Consiguió una licencia de telefonía a última hora y casi con nocturnidad, y al ministro de Fomento Rafael Arias Salgado los March le pusieron luego de presidente de Carrefour. Tiene una capacidad innata para levantar pasta del sector financiero sin poner dinero. Y, algo que siempre hace falta, tiene una enorme suerte. Nada de lo que hoy es ACS sería así si no hubiera vendido a Gas Natural el 45 por ciento de Fenosa dos meses antes de Lehman". Hoy ACS enamora a los analistas, ha recuperado la segunda posición de la Liga Ibex de elEconomista. Es el primer título español en más de cinco años de historia que forma parte del Eco30 Stoxx, el índice de ideas internacionales de calidad de elEcono- mista, que logra más de un 100 por cien de rentabilidad desde 2013. El Eco30 también pone otra vela a Florentino.