Opinión

'Chère' Angela, 'Lieber' Emmanuel

Emmanuel Macron y Angela Merkel han confirmado en Berlín su propósito de impulsar y coordinar la refundación de la Unión Europea. Hay mutua confianza entre ellos. Un trato cordial: "querida" Angela, "querido" Emmanuel. Se siente la voluntad de sus gobiernos para la reforma. Existe capacidad de acuerdo entre París y Berlín. Ambos mandatarios saben que sin la alianza y el compromiso entre sus países Europa no avanzará. Buscan coincidencias -aunque no solo- en materia económica y financiera. Sin embargo, tampoco pretenden esconder sus diferencias. Los puntos de partida "son distintos".

El nuevo Gobierno alemán se ha pronunciado, al igual que Macron, a favor de un "resurgimiento de Europa". Se ha declarado, en principio, dispuesto a incrementar sus contribuciones al presupuesto de la UE. Mas en algunos sectores del Ejecutivo germano, el escepticismo aún es grande.

Merkel recordó que Berlín fue el primero que propuso la reconversión del fondo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, en una versión europea del FMI para que nuestro continente no dependa tanto de la institución multilateral en caso de crisis.

En un futuro "más distante", Merkel ve posible el establecimiento de un fondo de garantías bancarias. Insiste siempre en mantener juntas solidaridad y responsabilidad. Señaló que si los programas de ayuda a Irlanda, Portugal y España fueron exitosos fue por esa combinación.

Por otro lado, para Merkel la transformación de la UE va más allá de la profundización de la integración en la eurozona. También se requiere la puesta en marcha de un sistema común de asilo que contemple las diferencias entre estados fronterizos e interiores. Dar más dinero a quienes actúan en pro de la integración de refugiados. Sin olvidar el establecimiento de una política exterior común coherente.

Macron quiere blindar a la zona euro contra las crisis, y para ello demanda una hoja de ruta para avanzar "gradualmente". Son dos los puntos fundamentales para él. Uno es el presupuesto común. Según el presidente francés los miembros podrían contrarrestar los efectos de las crisis y financiar inversiones a futuro si contaran con este instrumento. No está claro de dónde saldría el dinero para ello. Y la salida de Reino Unido encarecerá las contribuciones a la UE. Macron se ha referido a menudo a la posibilidad de nombrar un superministro de Finanzas. Macron si bien acepta lo relativo a la responsabilidad agrega que es preciso "reforzar las ideas en la UE con inversiones adecuadas en innovación". Volvía asi a apuntar a su intención de poner en marcha un presupuesto para la eurozona. Cree que la solidaridad dentro de la unión monetaria es necesaria porque sin una convergencia real entre los Estados miembros lo que esté en juego es la misma supervivencia del bloque.

La otra cuestión esencial es el aval común para ahorros. A raíz de la crisis en 2014 se decidió establecer la Unión Bancaria. Ésta debía constar de tres pilares, pero hasta ahora solo tiene dos: un organismo de vigilancia y un mecanismo para gestionar bancos en bancarrota. Macron impulsa el que falta: la garantía común de depósitos, a fin de proteger el dinero de los ahorradores europeos.

Alemania vacila en estos dos planteamientos. El problema es, como tantas veces, el dinero. Los planes de Macron no benefician los intereses de Berlín y obligan al contribuyente alemán a pagar la cuenta por las finanzas de otros países. Es cierto, no obstante, que Macron se esfuerza de modo visible por encontrar soluciones y promete asimismo aportar más fondos al presupuesto de la UE.

Otro matiz a tener en cuenta es que mientras Macron goza de una fuerte posición y puede gobernar casi de manera autónoma, Merkel se ve obligada a considerar las posiciones de sus socios de gobierno, así como las voces críticas de su propia formación. Además los partidos de la coalición temen que al final resulte favorecida la euroescéptica Alternativa para Alemania. Incluso los Liberales.

Cabe decir que Merkel se encuentra en una posición de debilidad y Macron ha empezado a experimentar lo lentas que avanzan las reformas en la Unión. Los dos han descubierto por añadidura que no solo se trata de luchar por una UE innovadora y eficaz. Es necesario defender también lo logrado hasta ahora luchando contra el populismo y el surgimiento de gobiernos autoritarios.

Para ello están de acuerdo en recortar prestaciones financieras comunitarias a quienes socaven los valores europeos.

Ambos se han mostrado dispuestos a escuchar y trabajar en una visión común para Europa y acordar los objetivos políticos. Como señaló la canciller "aportamos distintos aspectos y la suma de propuestas llevará a buenos resultados". Han reafirmado su voluntad de presentar a finales de junio la iniciativa conjunta de reformas.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky