
Se comenta que en los llamados Comités de Defensa de la República existe una lucha interna entre los partidarios de radicalizar la lucha callejera y los que optan por realizar protestas más pacíficas. El motivo de tal división en las organizaciones callejeras afines a la CUP se debe a que sus miembros saben que son objeto de la vigilancia de la Fiscalía. De ahí que ahora busquen aparentar moderación.
Es más, según dicen en ámbitos independentistas, algunos de estos comités han procedido a la expulsión de los miembros más violentos para evitar que la mano de la Justicia caiga sobre todos con graves consecuencias. "También se nos ha pedido que no seamos belicosos en redes sociales y que demos la imagen de que somos unos movimientos de resistencia cívica pacífica contra las decisiones del Estado español en Cataluña", añaden desde uno de estos grupos.