Por los pasillos del Parlament se comenta que los abogados de la Cámara catalana no pueden más. La causa de la desazón de los letrados son las incontables ocurrencias absurdas que propone el equipo de Roger Torrent. Los letrados se quejan especialmente de las presiones que reciben y de la utilización política que los independentistas pretenden hacer siempre del Derecho.
"Se les hizo emitir un completo informe sobre la investidura telemática de Carles Puigdemont y, cuando confirmaron que era ilegal, aunque todo el mundo lo previó, los de ERC les atacaron", dice un diputado de la Cámara catalana. Otro episodio similar fue el dictamen que se les exigió sobre los plazos de la investidura, con el único objetivo de ganar tiempo para encontrar candidato a president.
Pero dicen que la gota que ha colmado el vaso ha sido la petición de la Mesa sobre la posibilidad de que la Cámara se querelle contra el juez Pablo Llarena por negar el permiso penitenciario a Jordi Sànchez. "Es una petición surrealista y ridícula. El Parlament debe ser independiente y no puede querellarse contra nadie, y menos un juez, por intereses partidistas", dice un veterano político catalán. La misma fuente añade que, ante semejante ocurrencia, los letrados ni van a emitir un informe y esperan que a "los de la Mesa se les olvide su última ocurrencia".
