
En la celebración del Día de la Constitución en el Congreso, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se mostró optimista sobre posibles cambios en la Carta Magna. De hecho, en los corrillos, fijó la fecha de septiembre de 2018 como la del inicio de la reforma del
texto de 1978.
Su actitud chocó frontalmente con la de Susana Díaz. La presidenta andaluza fue mucho más escéptica en las conversaciones informales, hasta el punto de asegurar que el cambio de la Constitución no se efectuará a corto plazo por la "falta de voluntad del PP y Podemos".
Aunque no es la primera vez que ambos dirigentes socialistas difieren en sus planteamientos, fuentes cercanas al secretario general afirman que a Sánchez le molestó especialmente la rotundidad con la que Díaz echaba por tierra su mensaje. "Se supone que tenemos un pacto de no agresión hasta 2019 pero en cuanto tiene ocasión la aprovecha para criticar", dicen desde el entorno de Sánchez.
"Sin una actitud constructiva y sin dejar de lado la rivalidad es imposible convencer a nadie de nada", añaden.