
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, fueron los principales instigadores de la movilización en Madrid del pasado miércoles. Una concentración cuyos objetivos eran protestar por los registros y detenciones de miembros del Govern, y apoyar el referéndum del 1 de octubre.
Vaya por delante que el poder de convocatoria de Iglesias fue escaso. De hecho, solo 600 personas acudieron a la llamada del líder de Podemos a través de las redes sociales. Pero lo que más llamó la atención a los pocos que sí estuvieron en la manifestación fue, precisamente, la ausencia del gran instigador.
"Iglesias ni estuvo ni se le esperaba", comenta un miembro de la corriente Anticapitalista de Podemos. Esta facción del partido morado liderada por Miguel Urbán y Teresa Rodríguez está especialmente molesta con la actitud de Iglesias. "Convoca a través de redes sociales y luego no viene, con lo que acabamos haciendo el ridículo", se quejan desde el entorno de Urbán.