
Después del execrable atentado en Las Ramblas barcelonesas, muestras y manifestaciones de solidaridad con las víctimas; condenas de los asesinos; presencia de políticos e instituciones; declaraciones explicativas policiales; eslóganes entusiastas; más policía en las calles; bolardos y macetas… Nada nuevo.
La CUP vomitando barbaridades, aunque luego rectifiquen, no les quedaba otro remedio. Los independentistas burgueses, ambiguos. El Gobierno, a la espera de los movimientos de unos y otros para actuar. Acción-reacción. ¿Solución? ¿Qué tiene que pasar para que se les abrán los ojos? Están atrapados en sus laberintos ideológicos-electorales sin salida. El liderazgo es "pensar fuera de la caja".
Lo enseñaron quienes abrieron nuevos horizontes en situaciones que parecían imposibles: Adolfo Suárez, Nelson Mandela, Helmut Kohl... y por supuesto los fundadores de la Unión Europea (entonces CEE), Adenauer, Schuman, De Gasperi, Monet… gigantes del siglo XX, encontraron soluciones a partes antagónicas y les dieron salidas que mejoraron sus expectativas.
¿Dónde está hoy la inteligencia, imaginación y generosidad que derramaron? El liderazgo consiste en tener un objetivo, visión capaz de ilusionar a todas las sensibilidades de una situación compleja. También en la capacidad de comunicarlo y aunar voluntades. Pero nunca es la acción de una sola persona. Responde a un clima colectivo que busca esperanza donde no parece haber. En lugar de ello hay solo resignación que no lleva a nada.
¿Qué tiene que ocurrir para que esta sociedad secuestrada por la incapacidad de la política actual despierte? ¿Dónde quedó el espíritu de la UCD y Tarradellas, de cuyo entendimiento Cataluña consiguió ser luz económica, cultural y política de la España más próspera de la historia reciente? Las actuales generaciones de políticos están ante su responsabilidad y el pueblo también. ¿Sabrán responder a ella? De momento, el sábado manifestación unitaria.