
La conmemoración en el Congreso del aniversario de las primeras elecciones democráticas ofreció una oportunidad irrepetible para comprobar las actitudes de los nuevos partidos frente a la herencia de la Transición.
Hubo comportamientos previsibles; así, a nadie extrañó ver la comodidad que Albert Rivera mostró en su charla con Landelino Lavilla, expresidente de UCD, un partido al que Ciudadanos se siente ligado.
Tampoco sorprendió la disconformidad que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, mostró en varios momentos del discurso del Rey Felipe VI. Pero Iglesias sí fue capaz de descolocar a los presentes al afanarse por buscar la cercanía de Miquel Roca.
Habló largo tiempo con quien es uno de los padres de la Constitución y elogió en los corrillos su "muy alta preparación intelectual". "Sin duda, Roca merece cumplidos, pero nadie preveía que Iglesias se mostrara tan cordial con la persona que defendió a la Infanta Cristina", comentó uno de los testigos del encuentro.