
Sabedor de que su detención era cuestión de tiempo, el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González,
redujo de manera drástica sus habituales cenas con amigos a las que estaba tan acostumbrado.
Pero días antes de que la Guardia Civil lo arrestara en su casa de Aravaca (Madrid) compartió mesa y mantel con un antiguo colaborador suyo al que deslizó una contundente
amenaza. "Me dijo que no caería solo", asegura. Nadie sabe si con esta advertencia González se refería a la detención posterior del exgerente del Canal de Isabel II, Ildefonso
de Miguel, o si todavía quedan altos cargos por imputar en el transcurso de la 'operación Lezo'. Con todo, desde Génova se resta importancia a la última amenaza del exnúmero dos de Esperanza Aguirre.