Opinión

EL SECRETO DE INDITEX

E l modelo de Inditex. Son las palabras mágicas. El secreto que todos persiguen, pero que muy pocos alcanzan. En teoría es sencillo. Con el cliente como centro de todo, la fórmula mágica está en la rápida adaptación de las colecciones. El grupo cuenta con 600 diseñadores y tiene tal capacidad de renovación que es capaz de llevar nuevos modelos dos veces por semana a todas las tiendas. Son 50.000 cada año, 18.000 de ellos tan sólo en Zara, el buque insignia. Pero para que el engranaje funcione hay que ajustar al máximo dos factores fundamentales.

Por un lado la producción y, por el otro, la logística. Frente a la deslocalización desenfranada hacia Asia llevada a cabo por gran parte de sus competidores, Inditex mantiene en próximidad el 60 por ciento de la fabricación. Todas ellas vienen del arco mediterráneo -España, Portugal, Grecia, Marruecos o Turquía- con series de producción cortas para tener capacidad de reacción ante los cambios en la demanda. Y si a eso se añade un gran infraestructura lógistica nacional repartida entre La Coruña, Barcelona, Zaragoza y Madrid, la empresa puede llevar la moda dos veces por semana a a sus 7.292 puntos de venta en 93 países. El resultado son cifras a las que nadie puede plantar cara y que le otorgan el liderazgo absoluto del mercado. Unas ventas en el último año de 23.311 millones, un beneficio neto de 3.157 millones y una plantilla de 162.450 trabajadores así lo demuestran. Pero si hay algo que hace especialmente fuerte a Inditex es su enorme capacidad de adaptación. Lejos de ser un pesado tren de mercancías, Inditex es una locomotora con una rápida capacidad de adaptación. En apenas unos años, además de renovar la imagen de sus tiendas, ha sido capaz de ir sustituyendo los pequeños locales por establecimientos de hasta 6.000 metros como el que abrirá en el Paseo de la Castellana. Ese es el secreto. Adaptarse y ser más rápido que nadie.

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