Opinión

Los 'Oscar' de la economía

Ismael Clemente

ElEconomista celebró esta semana la VI edición de La Noche de la Economía, en la que otorga los galardones a los proyectos empresariales más destacadas del año que está a punto de concluir. En esta ocasión, el premio a la personalidad en el ámbito económico-financiero recayó en Ismael Clemente, presidente de Merlin Properties, quien transformó por arte de magia, en sólo un par de años, una pequeña consultora inmobiliaria en uno de los 35 gigantes empresariales cotizados en el selectivo de valores de la bolsa española. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quiso acompañarlo en el acto.

Clemente es un ejecutivo discreto, al que le gusta escaparse a su localidad natal, Valencia de Monbuey (un pueblo de Badajoz en la frontera con Portugal) para echar la partida con sus amigos de la infancia, desconocedores de la relevancia de su convecino. Su historia corre paralela a la de cientos de directivos o empresarios discretos, que supieron aprovechar la crisis para crecer y emprender retos ambiciosos.

José Rolando Álvarez, presidente de Grupo Norte, recibió el galardón de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) por dar empleo a más de medio millar de personas con discapacidades o víctimas de la violencia de género. La familia Delclaux ha convertido Vidrala en un referente de los envases de vidrio, gracias a la internacionalización, sobre todo a Reino Unido e Irlanda. Similar mérito tiene la familia de Francisco José Riberas, que colocó a Gestamp en el palmarés mundial de los proveedores de la industria del automóvil, gracias a la formación continua de sus empleados.

El cofundador y consejero delegado de Wallapop, Agustín Gómez, reconoció que la idea se le ocurrió visitando el rastro madrileño y jamás podía imaginar que en tres años sería una realidad valorada en alrededor de mil millones y una de las pocas empresas capaz de plantar cara directamente en Estados Undios a eBay.

Salvador Gabarró, expresidente de Gas Natural Fenosa, recogió el premio por la venta del 20 por ciento del grupo gasístico al fondo GIP en nombre de Criteria y de Repsol. Gabarró completa la lista de las personalidades que atravesaron la alfombra roja del CaixaForum para reicibir los Oscar de la economía española en su VI edición.

Si la inauguración corrió a cargo del presidentes de Ecoprensa, Alfonso de Salas, y del consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar; de la clausura se ocupó la vicepresidenta. Soraya Sáenz de Santamaría recogió el guante lanzado por De Salas sobre los desafíos que representan el populismo y el proteccionismo para destacar la confianza y la estabilidad en el florecimiento de los negocios que darán a España la reciente formación de Gobierno, en un mundo tan cambiante como el actual.

La próxima fecha crítica está a la vuelta de la esquina, el 4 de diciembre, ante la posible derrota del primer ministro italiano, Matteo Renzi, en el referendo planteado para reformar el Senado.

En nuestro país, la muerte de la senadora y exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, dio pie para que los populistas liderados por Pablo Iglesias liberaran sus instintos básicos y demostraran su falta de respeto hacia toda persona que no comulgue con su filosofía. El fallecimiento de Barberá reabre el interesante debate sobre la presunción de inocencia, uno de los derechos constitucionales de toda persona. Lo peor es que con su constante crítica, los podemitas arrastraron a una parte del PP, que también hizo el vacío a la exalcaldesa.

Otro de los asuntos de su campaña antisistema permanente es el de la pobreza energética. El reciente fallecimiento en Reus (Tarragona) de una anciana por culpa del corte del suministro eléctrico por Gas Natural Fenosa ha relanzado las protestas. La muerte de la anciana ha causado una profunda conmoción en la cúpula de la eléctrica, que naturalmente desconocía la situación de indigencia por la que atravesaba esta clienta a la que cortó la luz, y amenaza con acelerar la reestructuracion de su estructura directiva, ahora bajo la batuta de Isidro Fainé. Los de Podemos pugnan, además, por no poner un umbral de ingresos para delimitar la pobreza energética. Una norma que abriría la puerta a abusos por parte de los ciudadanos.

Entretanto se aclara la norma, el nuevo ministro de Energía, Álvaro Nadal, se lava las manos. Para evitar líos con la Administración, insiste en traspasar al sector eléctrico el coste y, por ende, la decisión sobre a quién cortar la luz. Si se trata de un bono social debería estar sufragado por el Gobierno y no por las compañías eléctricas.

Tampoco comenzó con buen pie el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella. Esta semana prometió durante su comparecencia en el Congreso, que no tiene intención de regresar al bufete de abogados Linklaters, de donde proviene. Pero se negó a detallar las seis operaciones a las que asesoró desde su anterior trabajo y en las que debería inhibirse en su cargo.

Albella intervino en casi todas las grandes operaciones a lo largo de su vida profesional e identificar solo las últimas sería insuficiente. Es el precio a pagar para tener a un profesional acreditado al frente del organismo regulador de los mercados. Pero un poco más de transparencia sería de agradecer, sobre todo, teniendo en cuenta que él se la exigirá a las cotizadas.

La familia Del Valle, una de las grandes fortunas mexicanas, vela armas para dar la batalla por el control del Banco Popular si el presidente Ángel Ron fracasa en su propósito de traspasar 5.000 millones en activos a una inmobiliaria. Tanto el Banco de España como la CNMV están alertadas del riesgo que entrañaría dejar esta entidad, con una cuota de crédito del 17 por ciento entre las pymes españolas, en manos de un hombre de negocio cuestionado en algunos ámbitos. Será el primer desafío de Albella al frente del organismo regulador de los mercados.

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