Opinión

Los acuerdos clave para el nuevo Gobierno

Después de casi un año sin Gobierno, casi tres votaciones, el principal partido de la oposición dividido y fragmentado con su secretario general dimitido, un Podemos excavando barricadas; pues bien, ante todo esto y, como era de prever, Rajoy mantiene la confianza en su equipo económico. Bueno, prácticamente en todo su equipo ministerial. Rajoy en estado puro, ¿acaso se podía esperar otra cosa?

De la formación de Gobierno y en lo que se refiere a las carteras económicas, pocas novedades, tan solo repartir premios y cubrir las bajas. Guindos sale premiado al incorporar Industria, pero, sin embargo, no se alza con una Vicepresidencia. Montoro, el hombre de los 41 impuestazos, seguirá siendo el amo de las llaves de la caja de caudales. Fátima Báñez se mantiene en Trabajo. Aquella reforma laboral tan cuestionada hoy da sus frutos, pero todavía no en sueldo ni en caída de la precariedad. Íñigo de la Serna se hace cargo de Fomento, la cartera con mayor dotación presupuestaria de todas; cambio necesario, pues Ana Pastor es la actual presidenta del Congreso.

Sin embargo, esta legislatura, en la que está por verse la duración de la misma, va a traer algún cambio al que no estamos demasiado acostumbrados. Este cambio no es otro que la importancia del Congreso frente al Gobierno. Esta vez Rajoy no tendrá una mayoría absoluta, tendrá que pactar las medidas. Esta vez se necesita mucho diálogo y capacidad para llegar a acuerdos.

La primera y más urgente son los presupuestos. Bruselas nos mete prisa; son 5.500 millones de euros en ajustes que hay que hacer para cuadrar las cuentas públicas. La cantidad no es baladí, especialmente si, como parece, la economía española pierde brío el próximo año. Además, no debemos olvidar que nuestro país es el mas perjudicado por el Brexit, tanto por nuestras exportaciones como por ser el país preferido para las grandes inversiones de nuestras empresas. La posibilidad de subir impuestos esta vez está mucho más limitada, especialmente después de la intensidad de Montoro en la pasada legislatura en esta materia. Además, esta vez la Comisión no se va a conformar con buenas voluntades o números gordos. No, esta vez se va a exigir de la resolución que salga del Parlamento una clara definición y, además, que la propuesta sea lo más seria y clarificada posible. No parece que el acuerdo no sea factible: los votos de Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria, unidos a los del PP, conseguirían sacar adelante los nuevos presupuestos. Pero eso sí, será fruto de un acuerdo, de una negociación, no de un rodillo.

Más complicado parece el que para mí es el mayor reto al que nos enfrentamos en el país: las pensiones. Aquí el problema es de mucha mayor enjundia, no estamos hablando de una negociación puntual, sino de un pacto de Estado. Mucho se ha escrito sobre el agotamiento de la denominada hucha de las pensiones. Sin embargo, el problema no es que se acabe el dinero en diciembre de 2017. El verdadero problema es que los ingresos actualmente son inferiores a los gastos y no se ve una reversión de la situación. Además, el envejecimiento de la población en España complica aún más el panorama. Por más que se quiera, el actual sistema, con la demografía reinante, es insostenible. La reforma de nuestro sistema de pensiones, algo que, por cierto, preocupa mucho a Bruselas, deberá ser un pacto de los tres principales partidos: PP, Ciudadanos y, por supuesto, PSOE. Actualmente, los socialistas atraviesan una situación muy difícil. Sin embargo, seamos realistas, un pacto sobre pensiones sin la aprobación de los de Ferraz no sería estable, ni serio. Las visiones de los tres partidos son diferentes, reformas frente a impuestos, básicamente. Apuesto a que este tema va a dar para muchas tribunas de opinión en esta legislatura.

Permanezco en el mismo ministerio, el de Trabajo, el de Fátima Báñez. Mucho se ha criticado la reforma laboral llevada a cabo. Sin embargo, el mercado laboral nos va dando alegrías cuando se difunde el dato del número de parados. Sería bueno que todos aquellos que se quieren cargar esta reforma lo explicaran. ¿Cómo es que siendo tan aberrante, los datos de caída del paro son satisfactorios? Aquí mi confianza está en Ciudadanos. Desde mi punto de vista es el partido que más número y más acertadas medidas lleva en su programa. Por fin un partido sin complejos ni anclajes que pide hacer las cosas bien. ¿Qué tal lo de reducir el número de contratos hasta romper la dicotomía fijos versus temporales? ¿Qué tal debatir la mochila austriaca? ¿Qué tal un cambio radical de los servicios públicos de empleo? ¿Qué tal la formación profesional dual? Si alguien duda, deberíamos mirar a los países con menor número de parados.

Por cierto, y ya que menciono a Ciudadanos, será muy interesante ver sus posturas en cuanto al Ministerio de Fomento. Garicano lleva desde hace tiempo haciendo la misma pregunta: ¿caros Aves o trenes rápidos más baratos? La pregunta y su respuesta es fundamental en un país acostumbrado a aeropuertos fantasma y otros desastres derrochadores.

En cuanto a la economía en general, el panorama no es tan alentador, no digo malo, pero presenta dudas. Por ejemplo, los tremendos efectos positivos acaecidos ya no nos va a permitir acelerar más. No olvidemos tampoco que en el sector bancario van a ocurrir cosas como fusiones, incluso, transfronterizas.

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