Fuentes cercanas a la investigación sobre el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, y el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, les auguran un negro futuro. Quienes conocen el desarrollo de las pesquisas aseguran que es tal la cantidad de información que manejan que resultará "muy complicado" que Pineda o Bernad eludan "los dos años de prisión preventiva que la ley prevé".
Además, dan por seguro que tendrán que abrirse piezas separadas, como si se tratara de un macroproceso al estilo de los ERE andaluces. Comentan que ha sido la falta de discreción de los dos investigados lo que los acorrala. Al parecer, no tenían reparos en volcar informaciones clave sobre sus operaciones en correos electrónicos ordinarios. En muchos de ellos, por ejemplo, Pineda no dudaba a la hora de jactarse sin reparos de ser el sostén económico de Manos Limpias, un sindicato que siempre andaba financieramente apurado, según el presidente de Ausbanc.
