Opinión

¿Por qué un pacto para el Senado? Así se engaña a un sistema mayoritario

  • El Senado puede demorar la legislación e impedir una reforma de la Constitución
Iglesias y Sánchez, durante las negociaciones para formar Gobierno. EFE.

En plena resaca del pacto Podemos IU, estos han propuesto al PSOE una alianza para concurrir juntos al Senado. La propuesta tiene una lógica aplastante que pasó desapercibida para los partidos en las elecciones del pasado 20 de Diciembre.

A diferencia del sistema empleado para el Congreso, el sistema de elección de senadores en España es mayoritario. Cada elector vota por tres candidatos, no necesariamente del mismo partido. Aunque, en la práctica, es raro que un mismo elector vote por candidatos de distintos partidos. En cada provincia se eligen cuatro senadores (tres en las islas mayores, uno en las menores y dos en Ceuta y Melilla). Cada candidatura al Senado cuenta con solo tres miembros lo que implica que, muy probablemente, el partido más votado obtenga tres representantes y el segundo, uno. Esto ocurrirá aunque las diferencias entre el más votado y los siguientes sean mínimas.

Pongamos un ejemplo práctico: en una circunscripción con diez electores, hay treinta "derechos de voto" (tres por elector, que no puede dar todos sus votos a un mismo candidato). Si los candidatos del partido más votado obtienen 4 sufragios de cada diez posibles y sus tres perseguidores obtienen tres, dos y uno respectivamente, el primero logrará tres senadores, el segundo obtendrá uno y los otros dos no obtendrán ninguno. En este caso, el 40% de los votos es suficiente para obtener el 75% de los puestos.

Esta fórmula favoreció extraordinariamente al PP en las pasadas elecciones por ser el primer partido en la mayoría de provincias. Por ejemplificar de nuevo con el primer caso real posible, el de la provincia andaluza de Almería: los tres senadores del PP por esa provincia lograron su acta con entre el 13,91% y el 13,19% de los votos. Como en el ejemplo figurado anterior, con una cuantía próxima al 40% de los "derechos de voto", obtuvieron el 75% de los puestos.

Pero ¿por qué importa el Senado?

Pero, ¿qué importa que el PP controle el Senado si el Senado no manda nada? Bueno, algo si manda. Manda las leyes de vuelta al Congreso para que se modifiquen y puede dilatar significativamente su procedimiento de aprobación y, esto es clave, sin su voto favorable por mayoría absoluta es inviable una reforma de la Constitución.

En resumen, salvo pactos como este que propone Podemos, lo natural es que el PP tenga un amplio control sobre el Senado, incluso contando con los senadores que aportan, al margen de estas elecciones, las autonomías, un Senador cada una y otro más por cada millón de habitantes.

El acuerdo no requeriría siquiera unificar las listas. Bastaría con una campaña coordinada en la que cada partido pidiera el voto para el propio cabeza de lista y los de los demás partidos en el pacto. De este modo, volviendo a la provincia inventada de diez electores: los cuatro electores del PP solo lograrían un representante si cada uno de los otros seis electores votara al cabeza de lista de cada uno de los tres partidos. Lograrían estos obtener representación con solo dos votantes de media cada uno, a la mitad de coste que el PP. 

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